A medida que avanzamos en la desescalada y se aproxima, irremediablemente, el verano y el buen tiempo, nuestras ganas de salir aumentan aún más si cabe. Pero lo que tenemos muy claro es que lo importante es ir paso a paso, con responsabilidad, y disfrutar mientras tanto de esas muchas cosas que ya han vuelto después de varias semanas sin «catarlas», como la terraza de Colósimo.
Y cuánto la habíamos echado de menos. En poco más de un año, este restaurante ubicado en un antiguo bar de copas (del que conserva el nombre) se ha convertido en uno de los templos de la tortilla de patatas. Palabras mayores.
Se trata del plato estrella de una carta no demasiado extensa pero que rezuma sabor por los cuatro costado, ese que solo las recetas tradicionales y el buen hacer del equipo de cocina son capaces de conseguir. Todo este cariño se refleja, como decimos, en todas las propuestas culinarias, de gran sencillez pero cumpliendo a rajatabla lo que se le pide a un plato: que esté rico.
Más allá de la mencionada tortilla (os la repetimos varias veces para que no se os olvide pedirla), en Colósimo nos encontramos con una exquisita ensaladilla rusa o una caballa que nos transporta directamente a una localidad marítima. Mención especial merecen también las croquetas de puchero, crujientes por fuera y deliciosamente cremosas en su interior.
A las propuestas de la carta se le añaden elaboraciones de temporada, que suelen incluir verduras, pescados… y que por supuesto recomendamos elegir cuando nos tomen nota. Del mismo modo que tampoco se nos puede olvidar irnos de Colósimo sin cerrar el ágape con su tocino de cielo, sin duda uno de los mejores que hemos probado.
Hemos estado muchas semanas, demasiadas, repitiendo comidas y cenas. Es hora de darnos un homenaje en un sitio en el dicha palabra cobra todo el significado del mundo.
Dónde: Calle de José Ortega y Gasset, 67
Horarios: Lunes a domingo de 11:00 a 00:00
Teléfono: 914 53 14 25
RRSS: @restaurantecolosimo