El Metro de Madrid esconde valiosas exposiciones a lo largo de sus extensos 300 kilómetros de red. Mediante el programa Pasaporte de los Museos, los visitantes pueden explorar de forma gratuita, tras previa reserva en la página museosmetromadrid.es, el patrimonio cultural de uno de los sistemas de transporte más emblemáticos del mundo. Este pasaporte brinda acceso a lugares como la Estación de Chamberí, Nave de Motores, Vestíbulo de Pacífico, Trenes Históricos de Chamartín, Vestíbulo de Tirso de Molina, Museo de Gran Vía, Museo de los Caños del Peral y el Yacimiento Paleontológico en la Estación de Carpetana.
El pasaporte se obtiene de forma gratuita y se entrega uno por familia en tres puntos clave: Estación de Chamberí, Nave de Motores y la exhibición de Trenes Históricos de Chamartín. Una vez adquirido, el visitante debe visitar cada uno de estos espacios históricos y tomar una foto como prueba de su presencia y completitud del recorrido.
Al finalizar la ruta, los participantes pueden dirigirse a la Estación de Chamberí, Nave de Motores, Trenes Históricos de Chamartín o las tiendas del Metro en Sol y Plaza de Castilla para obtener el sello correspondiente en su pasaporte. Con el pasaporte completo, deben dirigirse a la Tienda de Metro de Madrid en Sol o Plaza de Castilla para reclamar su premio.
Estación de Chamberí
Entrar a esta estación es volver al Madrid de los años 50 y 60 tan solo bajando unos escalones. La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera Línea de Metro inaugurada en Madrid en 1919, que contaba con ocho estaciones: Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos, (Iglesia), Chamberí, Bilbao, Tribunal, Gran Vía y Sol. A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar esta estación, la clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966.
El diseñador Antonio Palacios incorporó la luz natural mediante un lucernario en el vestíbulo. Para el interior eligió un recubrimiento cerámico con juegos ornamentales. La bóveda de la estación va recubierta de azulejo blanco biselado y sus estribos estaban decorados por grandes recuadros de azulejos sevillanos que limitan el contorno de los carteles anunciadores, también de cerámica, en encintado ocre y azul. Estos carteles publicitarios son uno de los grandes atractivos de la estación, ya que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los 20.
Nave de Motores
Construida entre 1922 y 1923 y restaurada en 2008, la Nave de Motores de Pacífico conserva su aspecto original. En esta impresionante nave están ubicados tres enormes motores diésel y el resto de la maquinaria (alternadores, transformadores, etc.) que en su momento sirvieron para generar y transformar la energía con la que funcionaban los trenes.
Durante la Guerra Civil, debido a las restricciones, llegó a proporcionar energía eléctrica a la ciudad a través de la compañía Unión Eléctrica Madrileña. Con el paso del tiempo y a medida que las compañías fueron capaces de asegurar un suministro cada vez más regular, la central, que en su momento fue la de mayor potencia instalada en España, quedó obsoleta y dejó generar energía en la década de los 50, siendo definitivamente clausurada en 1972.
Vestíbulo de Pacífico
El histórico vestíbulo de la estación de Pacífico forma parte de un proyecto de Metro de Madrid para rescatar y mostrar al público su valioso patrimonio histórico. Todos los sábados del año, se ofrecen visitas guiadas gratuitas a esta estación, que inició su actividad en 1923 con la apertura del tramo Atocha – Puente de Vallecas de la Línea 1.
Este vestíbulo original cesó su funcionamiento en 1966, cuando se ampliaron los andenes de la línea, dando lugar a la construcción de nuevos vestíbulos y accesos. La rehabilitación de este espacio museístico ha conservado fielmente la decoración original diseñada por el arquitecto Antonio Palacios.
Trenes Históricos de Chamartín
La estación de Chamartín acoge una exposición de trenes clásicos de Metro que han sido totalmente restaurados para celebrar el Centenario de la compañía. La muestra, inaugurada por Felipe VI, incluye 12 coches históricos, incluidos los primeros que circularon hace un siglo por la línea 1. Además de los trenes, en la exposición también se pueden contemplar cerca de 100 piezas históricas del suburbano.
Vestíbulo de Tirso de Molina
Es la manifestación artística más antigua que se conserva en la red. Data de 1921 y se encuentra situada en el vestíbulo de Conde de Romanones de esta estación, entonces denominada Progreso. Sobre un plafón de azulejos de color blanco y azul, enmarcado por unas cenefas con suaves motivos decorativos, muestra un escudo de Madrid realizado en bronce sobre un mosaico.
Museo de Gran Vía
Inaugurada en julio de 2021, la renovada estación de metro de Gran Vía presenta una réplica del emblemático templete diseñado por el arquitecto Antonio Palacios en el siglo XX. Este templete original, conocido como Templete de la Red de San Luis, fue parte de la primera línea de metro de Madrid y estuvo en funcionamiento desde 1920 hasta 1970. Ideado por Palacios para facilitar el acceso a la estación ubicada a 20 metros de profundidad, el templete contaba con un ascensor cubierto por una marquesina de hierro y cristal.
El nuevo templete, obra del artista Miguel Durán-Loriga, reproduce fielmente las dimensiones y diseño del original. En la estación de Gran Vía, también se encuentra un pequeño museo que exhibe restos arqueológicos descubiertos durante las obras de expansión de la estación.
Museo de los Caños del Peral
La estación de Ópera cuenta con el mayor museo arqueológico bajo tierra de Madrid, un espacio de 200 metros cuadrados donde se pueden ver restos arqueológicos de los siglos XVI y XVII pertenecientes a la Fuente de los Caños del Peral, el Acueducto de Amaniel y la Alcantarilla del Arenal.
Yacimiento Paleontológico en la Estación de Carpetana
Durante la renovación de la estación de Carpetana, se encontraron restos paleontológicos del Mioceno que revelaron importantes descubrimientos. Esto ha llevado a la creación de dos yacimientos verticales que recrean paleoambientes antiguos.
El primer espacio muestra un panel con imágenes del paleoambiente hace más de 15 millones de años, destacando restos de mastodontes de la especie gonphotherium aungustidens. Además, se presenta una reconstrucción de un ciervo llamado heteroprox, basada en fósiles de polen y animales encontrados en la zona.
El segundo espacio recrea el ambiente de hace unos 14 millones de años e incluye representaciones de animales descubiertos en las excavaciones, como felino, tortugas gigantes, rinocerontes y un jabalí entre otros