Ahora que ya (casi) hemos pasado las fiestas navideñas, toca volver a retomar poco a poco la rutina, al menos en lo que a la hora de comer se refiere. Pero ojo, porque volver a la rutina es este aspecto no es algo malo, sino todo lo contrario. Se trata de dejar atrás las cigalas cocidas, el turrón y la sidra achampañada para pasarnos por uno de esos restaurantes de Madrid que desde hace un tiempo nos ha atrapado por muchos motivos: el Palacio de Anglona.
En primer lugar (y su propio nombre lo indica), por su impresionante emplazamiento, un palacio construido en el año 1690 y reformado en 1802 en pleno centro de Madrid, concretamente en el barrio de La Latina. En su interior nos encontramos con varias salas diferenciadas, pero con un hilo conductor en su decoración formando un todo que nos encanta.
Una de esas salas es un Lounge Bar en el que podemos tomarnos una copa después del trabajo por un precio más que asequible. O también disfrutar de un aperitivo antes de pasar a los deliciosas (y sorprendentes) propuestas de la carta de Palacio de Anglona.
Como entrantes, además de propuestas tan nuestras como un delicioso salmorejo cordobés, tortilla de patatas o croquetas ibéricas, podemos ampliar nuestros horizontes con los carpaccios de canguro o cebra, el sushi templado de langostino crujiente y la tempura de langostinos sobre salsa de kimchi picante, tapa ganadora de la Feria de La Latina en 2016 y 2017.
