Aunque estemos en el mes de junio, lo cierto es que las temperaturas parecen más de principios de primavera que de los últimos días antes del estío. Aun así no somos capaces de decir que no a ese dulce que tanto apetece cuando llega el calor: el helado. Y en Madrid tenemos un buen abanico de sitios donde encontrar este delicioso dulce, pero hay muy pocos en los que se esmeren tanto y nos ofrezcan un producto tan bueno como en Gamela.
En 1986 abría sus puertas en la localidad gallega de Baiona esta heladería, en la que se primaba la calidad de sus materias primas y su exquisito sabor. Eso no ha cambiado ni un ápice y desde el verano pasado (aunque nos encantaría darnos una vuelta por allí) ya no tenemos que irnos a Galicia para degustarlos.
Lo más difícil es desde luego entrar en el establecimiento y saber por qué te vas a decidir. Ya sólo dentro del helado podemos elegir entre la variante elaborada con lácteos, el sorbete, el “scotti” que sustituye la leche tradicional por la de arroz, los “popitos” (una especie de bombón almendrado del sabor que elijas) y los “Popifruta” (para entendernos, un polo de toda la vida pero sólo a base de fruta. Sin nada más).
También tenemos la opción del yogur helado, y aquellos que prefieren algo para beber no pueden perderse ni los batidos ni los smoothies. Incluso dentro de los batidos hay posibilidad de personalización, ya que pueden hacerse con helado, sorbete, o fruta y yogur.
Como vemos, una de las cosas que más prima en Gamela es el dejar a los clientes una total capacidad de elección (hay 18 sabores fijos y otros 6 que cambian cada día), de modo que sean ellos los que “fabriquen” la opción que más les apetece en cada momento.
Nosotros hemos de confesaros que no nos hemos comido la cabeza: nos ha encantado todo.
Cuándo: Lunes a domingo de 12:00 a 23:00, viernes y sábado hasta las 00:00